Con huevos rotos en la cabeza, a tortazo limpio, o con unas flexiones: así darán la bienvenida los veteranos a los cientos de novatos que se estrenan esta semana en la Universidad de Salamanca.
La dirección se ha propuesto acabar con ellas y ha prohibido todas aquellas prácticas que no tengan como fin integrar al alumno de primer año. Aquellos veteranos que no cumplan con la norma podrían ser incluso expulsados.
En la calle contarán con la ayuda de la policía para identificar a los veterano y además rectorado va a instalar una oficina dedicada en exclusiva a ayudar a aquellos estudiantes que lo estén pasando mal a causa de las novatadas. Los veteranos se defienden, algunos de ellos aseguran que sus actividades no son vejatorias y que su principal objetivo es que los novatos se conozcan entre ellos.