Madrid y otros nueve municipios de la Comunidad tienen restringida la movilidad de su municipio después de que el viernes se aprobase el estado de alarma en la región por la lucha contra el coronavirus.
Esta limitación a la movilidad coincide con el puente del Pilar, que muchos madrileños aprovechan para salir fuera de la región e irse de puente. Sin embargo, este año el coronavirus también ha trastocado esta festividad y los desplazamientos han caído en picado ya sea por aire, por tren o por carretera.
La concurrida Estación de Atocha, lucía la mañana del sábado prácticamente desierta: pocos controles policiales y muy pocas maletas también. Quienes se desplazaban lo hacían de forma justificada. De hecho, según datos de la propia estación, la mayoría de los trenes viaja con más de 200 plazas libres. Algo impensable en unas fechas como esta.
La misma estampa ha podido verse en el Aeropuerto de la capital: de los 4800 vuelos programados durante las mismas fechas del año pasado a los 1610 de estos tres días, lo que supone una caída de casi un 70%.
Y, por carretera, había controles en las salidas de las zonas confinadas de Madrid porque los desplazamientos sin su debida justificación equivalen a 600 euros de multa. Según la DGT, han salido un 51% menos de vehículos que en el mismo puente de 2015, cuando coincidieron las mismas fechas