Ellos no descansan. Continúan siempre pendientes de todos nosotros. También en Nochebuena. Los sanitarios de Emergencias, policías, bomberos o farmacéuticos permanecen al pie del cañón.
Su cena de Nochebuena, en la que no falta de nada, la han pasado rodeados de compañeros que son como de la familia.
Aunque sea Navidad, el mundo no se para, y hay quien se encarga de endulzarlos la mañana. Muchos hosteleros tampoco descansan, al igual que sucede con algunos panaderos, taxistas…
“No estás en casa con los niños para abrir los regalos en Navidad”, pero “hay que estar, pero bien, y alegres”, explican.
Lo mismo sucede con muchos periodistas, que permanecen a pie de calle informando con los mejores deseos para estas Navidades.