Lo vieron todo, niños que han presenciado cómo su padre asesinaba a su madre. En 2019, once menores han sido testigos directos, cuatro esta misma semana. El brutal crimen de la aldea de Carracido deja dos huérfanos de 4 y 7 años y una imagen imborrable en su retina, también grabada en la mente de las dos niñas de 8 y 10 años, que el martes por la tarde en Madrid vieron como su padre apuñalaba a su madre a la entrada del portal.
Difícil superar ese trance. Enfrentarse a la pérdida de una madre y afrontar la situación vivida es un proceso complicado y lento. Son situaciones extremas que provocan un sentimiento de abandono y soledad.