Trasladando los cuerpos de los pequeños hasta el hospital forense. Así terminaba una historia que pone los pelos de punta.
“Estaban separados, muy cerca de la casa, en dos espacios distintos”, tal y como ha explicado el delegado del Gobierno en Valencia, Juan Carlos Fulgencio.
Ha sido la madre la que, al final, ha indicado el lugar donde estaban enterrados los cadáveres pero no ha confesado el asesinato de sus hijos.
“Ella se había manifestaba diciendo que sus hijos tenían que resucitar”, según Fulgencio.
La alerta saltó por la mañana cuando una vecina vio al padre perseguir a la mujer desnuda por el pueblo. Y cuando los agentes llegaron al domicilio familiar, el hombre les dijo que no buscaran a ninguno de los tres, porque estaban todos muertos.
Pocas horas después, encontraban a la madre escondida con un bidón. “presentaba unos arañazos, propios de haber corrido, sin más”, explican fuentes dela investigación.
Mientras, más de un centenar de agentes continuaban buscando a los pequeños, manteniendo la esperanza de que ellos también estuvieran vivos. Sin embargo, los habían matado de madrugada. La noche anterior, una vecina había visitado a la familia y aún estaban vivos.
Ahora la autopsia determinará cómo los asesinaron.