Un grupo de niños da una paliza a una madre que intentó evitar que agrediesen a un anciano en el parque
Los niños eran menores de 13 años
Bonnie Halcrow, de 33 años, acabó con moratones por todo el cuerpo
Un adulto grabó todo sin mediar siquiera en el suceso
Todo empezó cuando un grupo de niños que se encontraba en un parque de la localidad de Saskatoon, en Canadá, decidió arremeter contra un anciano que pasaba por allí empujando con un carro un frigorífico. Los niños, que no superaban siquiera los 13 años de edad, sin ninguna razón, empezaron a increparle, a lanzarle palos y piedras. Fue entonces cuando intervino Bonnie Halcrow, una madre de 33 años que se había dirigido hasta Pleasent Hill Park para que su hija, de 10 años, jugase con una amiga. Apercibiendo a los menores, Halcrow intentó que dejasen al hombre tranquilo, que lejos de cesar en su hostigamiento la tomaron a ella como objeto de sus ataques.
Con una gran crueldad, entre todos, cargaron contra ella, empleándose con empujones, patadas y puñetazos, incluso cuando ella ya estaba en el suelo, sin dejarla levantarse.
“Los niños me quitaron el teléfono móvil y forcejeé con ellos para recuperarlo. Lo cogí, pero rápidamente, mientras estaba en el suelo, empezaron a pegarme entre todos”, ha explicado Halcrow en declaraciones recogidas por CBC Canadá.
Durante esos instantes, incapaz de levantarse, sintió miedo, ya no por su integridad, sino por la de su hija, que se encontraba en las inmediaciones mientras recibía una marea de golpes de los menores.
De hecho, reconoce que el pico de adrenalina del momento era tal que ni siquiera podía “sentir los puñetazos y las patadas”. “Hice lo mejor que pude”, cuenta al citado medio, expresando que no quería pelear contra niños y, al final, encontró la oportunidad de ponerse en pie y marcharse del parque. Lo hizo con una retahíla de moratones por todo el cuerpo y un gran susto. Todo mientras un hombre, identificado por CBC Canadá como un africano de 29 años, grababa sin mediar en el conflicto. No lo hizo, ha justificado, porque tenía miedo de que el hecho de implicarse en el conflicto pudiese traerle problemas sobre su solicitud de residencia permanente en el país; algo que no frena las críticas y la indignación –también a este respecto– en las redes sociales, desde donde se han difundido las imágenes del suceso.
Bonnie Halcrow denunció los hechos ante la policía y uno de los menores, una niña de 13 años que seguirá bajo la custodia de sus padres, ha sido acusada de dos delitos por agresión. El resto de los niños, sin embargo, debido a la legislación, no enfrentará cargos porque su edad está por debajo de los 12 años.