Rafael Marcos, el padre del niño secuestrado por su madre en Cuenca, ha explicado en una entrevista en Informativos Telecinco que su hijo está más callado de lo normal y muy delgado. Su único deseo es que no le queden secuelas y pueda integrarse en la sociedad.
Aunque por lo que ha contado no va a ser fácil. Cuando los agentes entraron en la finca donde María y sus hijos llevaba encerrados dos años, ella empezó a gritar que el padre del niño era “el diablo” y le aconsejó que se llevara la biblia porque “la iba a necesitar”.
El niño llevaba dos años sin escolarizar. Le ha contado que solo “ha jugado al fútbol con perros”. “Le han lavado el cerebro, cree que Dios va a venir a castigar a cierta gente”.
La otra hija que María tuvo con su actual pareja, que tiene solo seis años, empezó a olisquear a los agentes que los rescataron como si fuera un perro.
La madre de los dos niños está en paradero desconocido desde que quedó en libertad provisional. La Fiscalía de Menores se ha hecho cargo del caso de los dos menores.