Quería acabar con la vida de su exmujer y para ello, un vecino de Alcañiz, en Teruel, había urdido un plan que le llevó a la contratación de un sicario en México para que viajara hasta España para matarla. Un terrible y maquiavélico crimen que afortunadamente no llegó a producirse gracias, precisamente, a la hija de ambos; una niña de tan solo 12 años. Fue ella la que cogió el móvil de su progenitor y se percató de los mensajes que éste intercambiaba con el sicario mexicano que había contratado.
La menor lo vio todo; todos los detalles en los que se precisaba por escrito el sangriento plan: cuándo iba a realizarse, las cifras de las que estaban hablando para que se materializase el crimen, la coartada…
En los mensajes aparecía escrito que el asesino volaría pronto desde México, y que el crimen estaba previsto para finales de este mes. No estaba claro cómo sería el asesinato, y precisamente de ello dependería el precio final, del que el ya detenido había adelantado unos 2.000 euros.
La coartada era que el padre se dejaría ver por un centro comercial de Zaragoza, asegurándose de aparecer en las grabaciones de las cámaras de seguridad. Creían tenerlo todo planeado y bien atado, pero por suerte, la niña vio todos los mensajes y, asustada, se lo contó a su madre, que lo denunció a la Guardia Civil.
Los agentes están investigando el caso y analizan todos los datos del teléfono móvil. El hombre, por su parte, tras ser arrestado se enfrenta a 7 años de cárcel por conspiración para cometer un delito de asesinato.