Harmonie Ros a pesar de su preciosa sonrisa no lo ha tenido fácil en su todavía corta vida. Con sólo 10 meses le diagnosticaron meningitis severa, su estado era tan grave que los médicos aconsejaron desconectar a la pequeña. Los profesionales les dijeron a los padres que al perder todas las extremidades no tendría calidad de vida, pero ellos se negaron en rotundo.
Con 4 años afronta su primer día de cole con ilusión, como cualquier niño. Gracias a las prótesis lleva una vida totalmente normal, unas prótesis a juego con las de su muñeca. Aunque sin ellas, Harmonie Rose ha conseguido superar todas las barreras, porque cada pasito es una batalla ganada.
Salta, juega, come e incluso pinta y dibuja sin ayuda de nadie. Una niña tan perfecta y bonita como todas las niñas, es todo un auténtico ejemplo de superación.