Los médicos han diagnosticado daño cerebral permanente, equivalente a un derrame cerebral, a la niña de dos años que el pasado mayo recibió un pelotazo en un partido de béisbol. Los hechos sucedieron en el Minute Maid Park de Houston durante el partido entre Cubs de Chicago y los Astros.
La familia de la menor se encontraba disfrutando del encuentro cuando, en un terrible accidente, el bateador golpeó la bola, que fue directamente hacia la niña. El suceso conmocionó al campo entero, y el propio jugador, consciente de lo que acababa de suceder, se postró de rodillas en el campo en shock.
En el momento del suceso la niña se encontraba sentada en el regazo de su abuelo, y fue trasladada de inmediato por los Servicios de Emergencia. Tras varios meses de tratamientos los médicos han dado la triste noticia de que su daño cerebral es irreversible.