La nieve y la lluvia ayudan a los embalses aunque solo están al 42% de su capacidad
Entre la imagen hace dos meses del pantano de Eiras, el que abastece a la ciudad de Vigo, y la que presenta ahora no ha llovido mucho, pero si lo suficiente para que aumente su reserva de agua. Galicia es un ejemplo de lo que está sucediendo en nuestros embalses. Concretamente los gallegos han abandonado la alerta por sequía y sus pantanos incrementan las reservas de forma notable. La cascada de Neda en Coruña es buena prueba de ello. Quienes le visitan aseguran que hacía tiempo que no se veía desaguar tanto. Sin embargo continúa la situación de pre alerta sobre todo en la cuenca del Miño y del río Sil, al 53% de su capacidad. Tranquilidad eso sí, en el País Vasco donde sus embalses rozan el 100%. En Álava la Cascada de Gujuli vuelve a dar el salto, a pesar de que la niebla solo deje intuirla y no contemplarla de cerca. Las cuencas del Cantábrico occidental y del Ebro recuperan un 20%. A su paso por el Pilar ha doblado su caudal en tres semanas pero si lo comparamos con el año pasado tiene 1000 hectómetros cúbicos menos. La nieve y las lluvias mejoran una situación, que sigue siendo preocupante. El total de agua embalsada en España solo alcanza el 42%.