La COP25 sobre cambio climático entra en su recta final. En esta segunda semana se intensifican las negociaciones al más alto nivel, encalladas de momento en torno a puntos clave como el artículo 6 del Acuerdo de París, relativo a los mercados de carbono. Y se multiplican también las caras conocidas en los actos que se celebran en paralelo a esas negociaciones.
No sólo las de celebrities, como Harrison Ford o Alejandro Sanz. También acuden a la COP líderes como Al Gore o John Kerry. Y se puede escuchar estos días a reconocidos expertos en cambio climático. Entre ellos encontramos al economista británico Nicholas Stern, todo un veterano en estas lides. Actualmente es presidente del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente de la London School of Economics.
Stern es mundialmente conocido por el informe que lleva su nombre, publicado en 2006, aunque también ha sido vicepresidente del Banco Mundial y asesor del gobierno de Gordon Brown. Fue su gobierno, precisamente, quien le encargó analizar el impacto del cambio climático sobre la economía mundial. De ahí salió un informe de 700 páginas cuyas conclusiones se convirtieron en referencia para economistas y expertos en cambio climático de todo el mundo.
El "Informe Stern sobre la economía del cambio climático" concluía entonces que se necesitaba una inversión del 1% del PIB mundial para mitigar los efectos del calentamiento y que, si no se llevaba a cabo, el mundo se expondría a una recesión que podría alcanzar el 20% del PIB global.
Pero de ello han pasado ya 13 años, en los que la situación ambiental del planeta no ha hecho sino empeorar. Aprovechamos su presencia en la COP25 para robarle unos minutos y preguntarle al respecto.
Pregunta: Ha pasado más de una década desde la publicación del Informe Stern. Y en relación con el cambio climático, estamos mucho peor que entonces. ¿Cree que la celebración de estas COP, cada año, vale para algo?
Respuesta: Sí. Las COP son muy valiosas. Ayudan a generar entendimiento internacional y voluntad política, y sirven para establecer unos objetivos. El objetivo que tenemos ahora de no superar un aumento de temperatura en el planeta de 2 grados centígrados, tratar de no traspasar siquiera el límite de 1,5 grados, es algo que ya está en la conciencia de la gente. Y es algo que salió del Acuerdo de París. Así que sí, este proceso, estas COP están generando compromisos.
Por otro lado, la ciencia, en estos últimos 13 años, ha contribuido a agravar nuestra visión del problema. El panorama ya parecía complicado y con muchos riesgos en 2006, pero es mucho más complicado ahora. Por dos motivos. El primero es que las emisiones han seguido aumentando y las concentraciones de gases de efecto invernadero son significativamente mayores de lo que eran en 2006. Y en segundo lugar, muchos de los efectos que preveíamos están ocurriendo mucho más rápido de lo que pensábamos.
Así que sí, estas cumbres son valiosas, pero hay una cosa que hemos aprendido en estos últimos diez años: tenemos que acelerar, tenemos que movernos mucho más rápido y ser mucho más contundentes.
P: Usted ha dicho recientemente que el cambio climático nos va a costar mucho más de lo que estimaron entonces, en 2006, que los economistas infravaloraron los riesgos asociados a este fenómeno.
R: Sí, efectivamente. Intentamos hacer un cálculo en 2006, y calculamos que no hacer frente al daño potencial que generaría el cambio climático podría suponer entre un 5% y un 20% del PIB global. Ahora vemos que podría suponer mucho más.
P: ¿Cuánto más?
R: Bueno, no quiero hablar de cifras, porque ya no estamos hablando de daños para el PIB sino de destrucción de grandes zonas del mundo. Ahora estamos hablando de algo por lo que ya muere gente, que ya está provocando migraciones…
P: Ahora estamos hablando de catástrofes.
R: Sí, estamos hablando de catástrofes. Y traducir esas catástrofes en un porcentaje del PIB no tiene mucho sentido. Lo que sí sabemos es que si queremos hacer frente a estas catástrofes, tenemos que actuar rápido y con contundencia. Así es como yo lo veo ahora.
Creo que, además, en estos años hemos aprendido otra cosa, que se está viendo mucho aquí. Y es que si logramos hacer esto bien, transformar la economía actual en una economía de cero emisiones para mediados de siglo, tendremos economías mucho más eficientes. Y mucho más limpias.
Lo que quiero enfatizar es que hemos aprendido que no sólo que existe el riesgo de grandes catástrofes sino que hay un nuevo camino por delante que recorrer, mucho más atractivo, para mejorar nuestro nivel de vida.
P: Relacionado con esto, en esta COP ha ocurrido algo que puede ayudar a cambiar las cosas. La creación de una Coalición de Ministros de Finanzas por la Acción Climática. Más de 50 ministros de economía y finanzas, que por primera vez se han reunido en una cumbre del clima. ¿Es un paso importante en la lucha contra el cambio climático?
R: Es extremadamente importante. No podremos llevar las emisiones a cero ni movernos hacia ese nuevo panorama si la gente que se ocupa de la economía no lidera un cambio en esa economía. No puede ocurrir sin eso. Y cada vez más y más ministros de finanzas del mundo están viendo esto más claro.
El cambio climático ya no es sólo un asunto del ministerio de medio ambiente, es un problema de los gobiernos. Y hay dos lugares en el gobierno de un país que pueden afectar a su economía. Uno es el ministerio de Economía y otro es el primer ministro, o el presidente. Si queremos cambiar la economía de forma global, algo que debemos y podemos hacer, tenemos que implementar esas nuevas políticas desde esos dos actores clave de cada país.
P: No habrá transición ecológica si no hay transición financiera.
R: Eso es, la economía tiene efectos muy evidentes en el medio ambiente, y el medio ambiente los tiene en la economía. Solo puedes conseguir un cambio si consigues la participación de todos aquellos que lideran los ministerios de economía en el planeta.
P: ¿Y esto es algo que ahora está mucho más claro que en 2006?
R: Es algo que tenemos todos mucho más claro, sí. En mi opinión ya estaba claro entonces, cuando redactamos el informe. Pero ahora lo está todavía más.
P: Ahora lo está para todos, no sólo para los expertos...
R: Eso espero.