Los datos sobre la natalidad son muy preocupantes y ha hecho saltar todas las alarmas, tan solo hay 7,7 nacimientos por cada mil habitantes, o lo que es lo mismo un 6,1 por ciento menos que el año pasado. Es seguramente el peor registro de los últimos 120 años, por debajo incluso de las cifras de la Guerra Civil.
En medio de la miseria y la destrucción nacían más niños en España que en la actualidad. Las malas condiciones de la posguerra no mermaban las ganas de tener bebés, sin embargo, la crisis económica o la poca estabilidad laboral parece que sí que ha conseguido reducir esas ganas.
En 1939 nacían 422 mil niños con una población de 25 millones de personas. Unos 80 años después nacen algo más de 369 mil, pero con 47 millones de habitantes, casi el doble de población. Las condiciones hoy para tener niños son difíciles pero mucho peores eran después de la guerra, donde la falta de medios no era excusa para no tener hijos.
La llegada de inmigrantes amortigua esta caída de la natalidad, pero no es suficiente de cara al futuro. Un problema, no tener hijos que comparte toda la Unión Europea, los que más tienen los franceses, los que menos los españoles. Es cierto que las condiciones no son buenas pero también tienen otras prioridades.