Después de una semana sin pistas sobre el paradero de Natalia Sánchez Uribe, la joven de 22 años, natural de Granada, que estaba desaparecida desde el pasado miércoles 1 de mayo en París, –donde estudiaba con una beca Erasmus–, hoy se confirmaba la mejor de las noticias: la joven era localizado con vida. La encontraron hace varios días deambulando desorientada por una calle de la capital francesa, y desde entonces se encontraba en un centro hospitalario. Fue trasladada allí por los agentes franceses, pero mientras España contenía la respiración ante una desaparición que no hacía sino incrementar la preocupación de todos a medida que transcurrían los días, en Francia, al parecer, era imposible saber que la desaparecida estaba en el hospital. La razón: que Natalia no figuraba como desaparecida, porque hasta la pasada noche, martes, –seis días después de su desaparición–, la Fiscalía francesa, que definió la desaparición como “inquietante”, no abrió diligencias.
Además, también hasta ayer, la prensa francesa apenas se había hecho del caso, por lo que no lo vincularon con Natalia.
Hoy, afortunadamente, concluye la historia de una desaparición que se había rodeado de un misterio acrecentado por la difusión de algunos de los intrigantes mensajes que la joven había compartido en las redes sociales; las referencias a que la estudiante se sentía observada; y el casero italiano del domicilio en el que residía, interrogado y presente en la inspección a la vivienda, de la que Natalia justo se estaba mudando en el día de la desaparición. Con él había quedado justo al día siguiente, el 2 de mayo, para la entrega de llaves, pero como contó, alarmado, ella nunca apareció.
La familia, muy emocionada y feliz tras localizar a la joven tras una semana de incertidumbre y angustia, ha pedido ahora respeto y “un tiempo para su intimidad y recuperar la calma”. Del mismo modo, y habida cuenta de todo lo que ha suscitado el caso, han solicitado que “se eviten hipótesis o especulaciones gratuitas” y “que no se difundan datos o imágenes de sus redes sociales”.
Natalia está en observación en el hospital Henri Ey de París, acompañada por su madre. “Está bien, así que quiero que respeten nuestra necesidad de sosiego”, ha dicho su progenitora.
En Baza, Granada, localidad en la que tiene a otros familiares, también hoy celebraban la noticia.