La mayor parte de los beneficios están relacionados con la salud, ya que el ejercicio que se realiza mientras nadamos ayuda a fortalecer el corazón mediante la mejora del sistema cardiovascular, tal y como recoge Esquire. Además es un ejercicio que ayuda a mantener la forma, tanto es así que en una hora de natación se pueden llegar a quemar más de 500 calorías.
Y obviamente, con un ejercicio tan completo, la flexibilidad del cuerpo mejora notablemente, permitiendo que la edad no sea un impedimento para mantener una buena agilidad. Asimismo es una opción muy recomendable para las recuperaciones de diferentes tipos de lesiones, ya que la piscina permite movimientos que con una importante lesión serían muy peligrosos sobre suelo.
La natación es sinónimo de placer y relajación debido a que durante su realización se liberan diferentes sustancias químicas (dopamina, serotonina…) que producen esa sensación. Y si ayuda a relajarnos, está claro que también nos ayuda a evitar el estrés y la ansiedad, por lo que la natación es un deporte muy recomendado.
Y por último, si todo esto aún no te ha convencido, saber nada bien es una buena prevención ante la muerte. Aunque parezca exagerado, diez personas mueren al día por no saber nadar. Por lo que cuanto mejor se sepa nada, más opciones habrá de salir con vida en determinados momentos.