Los médicos, sin embargo, al realizarle una revisión a la niña hallaron que tenía varios cortes en los genitales, probablemente el resultado de una ablación, según el jurado del Tribunal Penal Central. Los padres, ahora acusados, explicaron a la Policía que su hija resultó herida al caer sobre la puerta de un armario cuando trataba de coger una galleta.
Los expertos "rechazaron exhaustivamente" la explicación, según explicó la fiscal Caroline Carberry durante la sesión. La niña, ahora de cinco años, le dijo a la policía que sus padres la inmovilizaron, mientras que una mujer a la que llamaban bruja la mutilaba.
Te puede interesar: Muere un niño de dos años desangrado por una circuncisión casera en Roma
La niña fue trasladada a un hogar de acogida y allí le contó a su tutora que la historia de sus padres era mentira y que se había cortado. "Ella dijo: 'mi mamá y mi papá me abrazaban. La señora me cortó. Había sangre por todas partes'".
La niña también señaló a la Policía que sus padres se dirigían a la mujer como "bruja". Ambos, la mujer de 37 nacida en Uganda y el padre, de 43 años, de origen ghanes rechazaron los cargos.
La fiscal Caroline Carberry aseguró que la madre estaba interesada en la brujería y que lanzó maldiciones y realizó hechizos a los trabajadores de los servicios sociales, a la policía e incluso al tribunal.
Carberry, además, refirió todo lo que la Policía encontró en el congelador de la cocina de la casa de esta familia: "Dos lenguas de vaca atadas con alambre, con un pequeño cuchillo sin filo también incrustado en ellas, se encontraron 40 limas y otras frutas que cuando se abrían contenían pedazos de papel con nombres para pedir que personas debían "callarse" y "congelarse".
En Reino Unido, la mutilación genital está prohibida desde 1985. En Ghana y Uganda también ha sido prohibida esta práctica, aunque en los ambientes más pobres continúan realizándola.