A Mikel y a Olaia les inspiró, como a cientos de personas, el amor a un niño de 8 años asesinado. Y desde San Sebastián, esta pareja de artistas del mural, viajaron a la tierra almeriense de Las Hortichuelas. casi 1,000 km para pintar su recuerdo
Pensaban plasmar su creatividad en el pueblo, con autorización del Ayuntamiento, y, sobre todo, con permiso de la familia del pequeño. Se encontraron con Ángel, su padre. Un encuentro emocionante, describen los artistas, que le mostraron su apoyo. Ángel les propuso como lienzo una pared de la casa de la abuela. Y consultó la idea con Patricia y con su madre. A todos les gustó la prupuesta.
La abuela Carmen eligió una foto de Gabriel, con la gorra hacia atrás y su nombre. Patricia quiso todo el color para reflejar los días felices de su hijo, junto a la piscina de la casa. Durante siete días la mano artista llenó poco a poco la pared con pecesa, con Gabriel sonriente y en un gesto de tirasse "a bomba" al agua. Siete días de trabajo y convivencia con la familia del pequeño, que Mikel y Olaia, agradecen y recuerdan emocionados.
El mural es ya parte de las Hortichuelas. Y del cariño que llega desde todas partes a los padres de Gabriel, a su familia. Cuando se ha cumplido una mes de la desaparición del pequeño, el mismo día de su asesinato, como ha confesado Ana Julia Quezada, la que era pareja de su padre.