El informe 'Análisis Histórico del Consumo de Hipnosedantes desde la Perspectiva de Género' elaborado por la Fundación Atenea ha comprobado que las mujeres consumen el doble de hipnosedantes y fármacos legales e ilegales frente a los hombres. El objetivo de la conferencia es sensibilizar, favorecer el análisis y la creación de propuestas tanto técnicas como políticas para atender el consumo problemático de psicofármacos desde una perspectiva de género.
La 'IV convocatoria de las Jornadas sobre Género y Drogas' ha sido el escenario donde un conjunto de expertos ha analizado la dependencia farmacológica existente, en la que se ha constatado que un 19 % de la población española ha recurrido a la toma de este tipo de medicamentos en alguna ocasión.
Hasta el encuentro han acudido profesionales como María Azucena Martí, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, acompañada de Pilar Carrasco, catedrática de Medicina Preventiva para debatir sobre los factores que sitúan al sector femenino como las principales consumidoras de psicofármacos en España.
Si delimitamos el proceso por edades y género, las mujeres de mediana y avanzada edad son el público que más recurre a la ingesta de medicamentos de procedencia legal o ilícita. Entre otras características más concretas, este hecho se relaciona con variables como un bajo nivel de estudios, divorciadas o separadas en el caso de estado civil y trabajadoras domésticas o mujeres desempleadas.
La sobrecarga o insatisfacción en el ámbito laboral, el insomnio o la ansiedad son uno de las razones por las que estas mujeres de mediana o avanzada edad deciden tomar algún tipo de medicación previamente diagnosticada por un profesional médico o bien de procedencia ilegal bajo su responsabilidad.
Este dato hace que el público femenino sea más propenso a sufrir diferentes enfermedades mentales como la ansiedad o depresión y que recurran a la receta de antidepresivos y somníferos como última opción. Sin embargo, a pesar del poder curativo en este tipo de dolencias, esta serie de fármacos produce una aumento de la dependencia en muchos de los casos. A medida que la persona va evolucionando favorablemente, el especialista debe ir disminuyendo progresivamente los niveles de la medicación y observar el comportamiento del paciente.
El análisis también indica que el género influye en los factores biológicos y evolutivos de la persona, siendo "sexual y genéricamente diferentes". De esta forma, los autores del informe identifican la feminidad con aspectos como la subordinación, entrega, pasividad y seducción mientras que la masculinidad presupone poder, propiedad y potencia, según el informe publicado en la Fundación Atenea.
Todo ello en relación con términos de salud mental cuando se constata, por ejemplo, que la depresión tiene mayor prevalencia en mujeres que en hombres, y que lo es aún más en mujeres de mediana edad con una adscripción de clase más desfavorecida. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el género determina de manera fundamental la salud mental y también las enfermedades mentales.
Carlos Molina, Técnico de Investigación de la Fundación Atenea ha destacado el papel social de la fundación para "mejorar la vida de las personas y prestar atención a los factores que pueden estar relacionados con el acceso a los recursos o el ejercicio activo de los derechos. El análisis desde la perspectiva de género es sin lugar a dudas un eje vertebrador del trabajo que realizamos en la fundación", ha concluido el experto.