Se llamaba Alicia y quienes la conocían, como el portero del edificio, la recuerdan como “una señora del barrio de Chamberí supereducada”. Según relata éste en declaraciones recogidas por Europa Press, en la comunidad nadie conocía la compleja situación que estaba atravesando. De 65 años y con un hijo con el que al parecer no mantenía contacto, vivía sola, pero “no dejaba ver que estaba a punto del desahucio”. De ello se han enterado de la peor forma posible.
El suceso ha tenido lugar poco antes de las 11 horas de este lunes, en el quinto piso del edificio situado en el número 1 de la calle Ramiro II donde vivía. Al lugar había llegado una comisión judicial acompañada por agentes de la Policía Municipal, para llevar a cabo, con el correspondiente requerimiento, el desahucio de la vivienda de la mujer por impagos del alquiler.
La inquilina no atendió a las llamadas de los trabajadores públicos ni les abrió. Poco después, se tiró por la ventana de su vivienda, cayendo al suelo y recibiendo un fuerte impacto. Hasta el lugar acudió una ambulancia del Samur-Protección Civil, que intentó reanimar a la víctima, –en parada cardiorrespiratoria–, sin conseguirlo, tal y como ha informado Emergencias Madrid.
Fue Bea, una peluquera de ‘VYR Estilistas’, un local situado junto al portal de la fallecida, quien encontró su cuerpo. “Yo salía a comprar, he entrado y estaba ahí, en el suelo. Se acababa de caer, pero yo pensaba que se había caído al suelo sin más”, ha relatado.
Alicia llevaba cuatro años viviendo de alquiler en el domicilio, ubicado en una zona en la que los precios han subido “alrededor de 200 o 300 euros”, llegando a costar “incluso hasta 1.000 euros un apartamento”, según relatan los vecinos; unos precios desorbitados que llevan a los inquilinos a situaciones límite e insostenibles.