A las 13:35 horas ha tenido lugar la colisión entre un ultraligero que salía de Binissalem y un helicóptero que despegaba de Son Bonet. No ha habido supervivientes. Siete personas, los dos ocupantes de la avioneta y los cinco del helicóptero, han muerto.
“La explosión ha sido enorme”, cuenta José que ha visto todo cuando estaba con su familia en la piscina y ha vivido lo ocurrido con “impotencia”.
En su caída, de los aparatos se han ido desprendiendo trozos que iban cayendo por toda la zona, por lo que los testigos han vivido lo ocurrido con “un poco de miedo”.
La mujer del piloto de la avioneta, Juanjo Vidal, valenciano, ha visto incluso cómo la aeronave caía al poco de salir de Binissalem.
El Gobierno balear va a decretar tres días de luto por este siniestro del que todavía se están investigando las causas.
De las víctimas, se sabe que el piloto del helicóptero se dedicaba a vuelos turísticos, era Cédric Leoni y había salido de la base para recoger a sus clientes: un matrimonio alemán y sus hijos, menores de edad.
Para la avioneta, era el segundo vuelo del día. Al mando iba Juanjo Vidal, un valenciano acompañado de un amigo mallorquín.