María José Cristerna, una mujer de 43 años a la que el libro Guinness de los récords calificó como la mujer más tatuada del mundo, con un 96% de su cuerpo tatuado, ha confesado el motivo por el que se modifica el cuerpo: quiere que sea una reivindicación de fuerza, valentía y liberación, según La República.
La mujer es abogada, empresaria, activista y ha narrado su experiencia como superviviente de violencia de género, experiencia que le cambió la vida. Quiere reivindicar el papel de las mujeres y la lucha contra la violencia que los hombres ejercen sobre ellas.
Para ello no utiliza anestesia, como forma de hacer ver lo que sufren las víctimas de maltrato. Ahora, ha superado sus miedos y ha lanzado su propia línea de ropa llamada 'Mujeres vampiro'