Las investigaciones se iniciaron el miércoles 27 de marzo al tener conocimiento los policías que una niña de cuatro años podría estar siendo objeto de maltrato por parte de su madre. Los agentes recibieron una llamada de un centro social, en la que una trabajadora daba cuenta de un posible episodio violento de una madre a su hija menor, ha detallado la Jefatura en un comunicado.
Los policías averiguaron que, al parecer, esa misma mañana cuando se encontraba en su domicilio, la madre habría gritado, insultado y, al parecer, también había agredido a su hija. La menor presentaba signos visibles de heridas erosivas y marcas en la cara, han detallado desde la Jefatura.
Posteriormente la madre había abandonado con su hija el domicilio y unas horas más tarde había acudido a un centro social donde la había dejado tras manifestar no poder hacerse cargo de la misma. Así, los investigadores comunicaron los hechos a la Fiscalía de Menores que ordenó que la niña fuera trasladada a un centro de menores.
Los policías, tras realizar las averiguaciones oportunas, localizaron a la madre en una localidad diferente de donde presuntamente se habrían producido los hechos, y fue detenida como presunta autora de un delito de malos tratos en el ámbito familiar.
La detenida, tras prestar declaración, quedó en libertad por orden del juzgado de guardia al tener a su cargo un bebé en período de lactancia, con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial, que dictaminó una orden de alejamiento hacia su hija de cuatro años.
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