Los médicos que atendieron a la mujer observaron las tomografías que revelaban que había sangre entre su cráneo y su cerebro, lo que demuestra que sufrió un derrame cerebral, tal y como informa el portal web La República.
Al ser una paciente de riesgo, le realizaron un enrollamiento endovascular: gracias a un microscopio, detectaron el aneurisma y le colocaron un broche de titanio para bloquearlo. Después de estar ingresada dos semanas en el hospital, regresó a su casa sin secuelas.
Según su historial clínico, se descubrió que esta mujer es fumadora habitual, bebedora ocasional, asmática y había sufrido malaria a los 20 años, algo que no estaba directamente relacionado con su accidente cerebrovascular.
Tal y como informan los científicos, el sexo y el ejercicio físico comparten características y pueden tener efectos similares en la circulación, es decir, una mayor frecuencia cardíaca y presión arterial.