Una mujer de 102 años es la principal sospechosa de haber asesinado a otra inquilina de 92 años con la que convivía en una residencia en Chézy-sur-Marne, una ciudad al norte de Francia.
Uno de los trabajadores fue la persona que localizó a la otra anciana de 92 años fallecida en su habitación alrededor de las 12 de la noche el pasado sábado. Inmediatamente después, el personal dio aviso a la Policía y servicios funerarios para que investigasen lo sucedido en el recinto.
Según relatan los servicios de emergencia que acudieron al lugar, la mujer presentaba el rostro visiblemente inflamado y con posibles signos de ahogamiento. La autopsia, por su parte, confirmó que la nonagenaria murió por asfixia, después de ser estrangulada y golpeada en la cabeza.
La mujer que residía en la habitación contigua a la de la fallecida aseguró al trabajador que "había matado a alguien". Tras observar un "estado de confusión y agitación", los servicios oficiales procedieron a ingresar a la persona en un hospital primeramente y después en un centro psiquiátrico.
Asimismo, la Policía abrió un proceso de investigación al considerar el caso como un presunto "homicidio voluntario contra una persona vulnerable debido a su condición física", ha indicado la agencia de noticias AFP.
El fiscal Frederic Trinh ha indicado que la persona sospechosa será sometida a un examen psicológico con la mayor brevedad posible para determinar si puede ser juzgada penalmente por la muerte de la anciana de 92 años estrangulada.