José Antonio S.B, de 38 años, ha explicado que no solo es falsa la denuncia por la que fue detenido el pasado viernes, sino también la que le mantuvo once meses en prisión preventiva entre febrero y diciembre de 2007, supuestamente por agredir y cortar con un cúter a su ex compañera.
A raíz de su ingreso en prisión en febrero de 2007, mil doscientos vecinos firmaron una carta pidiendo su libertad, ya que varios testigos acudieron al juzgado de Violencia de Género a declarar que ese día el imputado había pasado toda la tarde y la noche en casa de su madre.
Como consecuencia de las ocho denuncias interpuestas, perdió su trabajo cuando estuvo en la cárcel, y con esta falsa denuncia ha estado a punto de perderlo de nuevo. Considera "una injusticia" que le hayan acusado "de algo que no ha hecho" y por lo que es "un presunto culpable hasta que se demuestre lo contrario".
El detenido quedó en libertad el sábado pasado, después de que un informe forense certificase la "falta de credibilidad" de la denunciante, que no presentaba las lesiones típicas de defensa y tenía todas sus heridas en la parte frontal del cuerpo, "accesibles para la interesada".
Declaración confusa
Dos testigos imparciales y "sin motivo para dudar de su credibilidad", según el juez, declararon que el acusado pasó con ellos en Umbrete (Sevilla) toda la tarde del jueves pasado. Cuando la denunciante, de 31 años, aseguró haber sido apuñalada en su domicilio del Parque Alcosa de Sevilla.
Tras la denuncia, la mujer acudió a numerosos programas de televisión para afirmar, entre lágrimas, que es madre de dos hijos pequeños y que "no sabe cómo pedir protección para no ser la próxima en la lista" de mujeres asesinadas por su pareja. DCB