“Al principio me lo tomaba a broma”, cuenta a Informativostelecinco.com esta sevillana. Pero “me está ocasionando muchos problemas”. Y es que cada vez que ha tenido que “mover algún papel” (como el DNI, el carné de conducir…) o, simplemente, ir al médico, aparece la cuestión de que consta como muerta. “Me ven, coincide con el DNI, me tienen delante, intentan arreglar lo que pueden, me dicen ‘ya está solucionado’ pero me vuelve a pasar”, afirma esta sevillana que no tiene ninguna relación con Málaga, donde está la tumba con su nombre.
Juana no sabe quién dio sus datos al Juzgado de instrucción malagueño que la dio por muerta en 2010. Cuando empezó a tener problemas pensó que era “un error informático” pero, desde entonces, “no te puedes imaginar los problemas que me está ocasionando”, asegura.
No sabe si presentándose en Málaga, en el cementerio o en el juzgado, podrá solucionarlo. Mientras tanto, pide que alguien le eche una mano para salir de esta situación.