La lista de ahogados aumenta a diario. En lo que llevamos de 2019 han muerto ahogadas 179 personas, tan solo en la primera quincena de julio han fallecido 41 personas y en su gran mayoría en playas y pantanos sin vigilancia.
Como en el caso de un turista belga que se bañaba con bandera amarilla y con señales de precaución pero no de prohibido bañarse, ya no pudo volver a la orilla y murió en la playa sin vigilancia. Hace unas horas, en una playa en Torrevieja se ha realizado un rescate de urgencia. No había socorrista, así que tuvieron que rescatarlo un aficionado al surf y la Guardia Civil, su gran actuación consiguió salvar la vida a la mujer.
Muchas playas están abarrotadas y en muchas de ellas no existen ningún profesional que garantice la seguridad de los bañistas. Los Ayuntamientos no pueden asumir el coste de vigilar sus costas y la poca regulación del sector agrava el problema. En Galicia, por ejemplo, año tras año pierden socorristas debido al salario laboral y las extensas jornadas de trabajo.