Un maquinista de Metro de Madrid ya jubilado que desarrolló un cáncer generado por exposición a amianto ha fallecido el pasado viernes a consecuencia de la enfermedad, según ha informado la sección sindical de CCOO y fuentes del Sindicato de Maquinistas.
Los dos colectivos detallan que se trata de un empleado (cuyas siglas son R.H.E.) que desarrolló casi toda su vida laboral en la compañía, desempeñando sobre todo funciones de maquinista. En su caso, la Seguridad Social reconoció la enfermedad profesional después de jubilarse, ha expuesto CCOO y ya avanzó el año pasado el Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid.
Por su parte, fuentes del suburbano han indicado que lamentan del fallecimiento de este antiguo empleado pero han subrayado que "no tienen constancia ni notificación" de que se le haya reconocido la enfermedad profesional por exposición a amianto.
Este antiguo miembro del Colectivo de Maquinistas de Metro de Madrid fue diagnosticado de mesotelioma pleural maligno, un tumor canceroso poco común que afecta, principalmente, al revestimiento del pulmón y de la cavidad torácica (pleura) debido a la exposición al asbesto. El afectado fue trabajador del suburbano durante más de 35 años y jubilado desde el 2008.
Uno de los portavoces del Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid, Sergio Martín, explicó en mayo de 2018 que el reconocimiento de la enfermedad le fue comunicado por parte de la Seguridad Social, tras solicitarlo hace meses cuando supo que tenía cáncer.
Los sindicatos en Metro estimaban que este maquinista jubilado era el quinto afectado por enfermedad cancerígena derivado de la exposición al amianto. Sin embargo, desde la compañía han apuntado que hay notificación de tres casos con enfermedad profesional reconocida por amianto: dos empleados de mantenimiento (ya fallecidos) y uno de mantenimiento de escaleras.
En 2018 murieron los dos empleados de mantenimiento. A su vez, el Juzgado de lo Social número 10 decretó que Metro abonara una indemnización superior a los 370.000 euros para el primer empleado con enfermedad profesional reconocida, Julián Martín.
Por otro lado, un extrabajador de Metro de Madrid de 64 años y que fue compañero de los dos empleados de mantenimiento fallecidos con enfermedad profesional reconocida por amianto murió en abril a causa de un cáncer de pulmón y estaba a la espera de recibir de que la Seguridad Social se pronunciara sobre si había relación con exposición a este material, expusieron entonces fuentes sindicales.
CCOO asegura que son varios los empleados ya jubilados a los que se les ha detectado enfermedades relacionadas con exposición a amianto u el sindicado está solicitando su reconocimiento como enfermedad profesional por haber estado en contacto con este material potencialmente cancerígeno durante su actividad profesional.
Esta solicitud se tramita por medio del Instituto Nacional de la Seguridad Social, organismo encargado de valorar su situación y reconocer, en su caso, la enfermedad profesional al ser trabajadores jubilados, que no están ya vinculados a Metro.
"Desearíamos no tener más compañeros afectados por estas gravísimas enfermedades, pero lamentablemente es muy previsible que, dado el tiempo que tardan en manifestarse y desarrollarse estos sufrimientos, por desgracia tengamos más afectados", ha detallado el sindicato.
Además, CCOO asegura que las soluciones que está llevando a cabo las administraciones que gestionan Metro de Madrid en lo relativo al amianto "no están siendo nada buenas" y deberían mostrar una "verdadera voluntad de negociar una solución con todos los sindicatos lo antes posible, para que las personas afectadas no tengan que estar denunciando y esperando años y años a unas sentencias firmes".
A su vez, recuerda que hay abierto un proceso judicial contra siete exresponsables del área de Prevención y Salud Laboral de Metro de Madrid por "ocultar" durante "décadas" la presencia de amianto en las instalaciones, que deberán declarar en marzo.
Tras conocerse los primeros casos de trabajadores con enfermedad profesional derivada con amianto, Metro lanzó un plan de desamiantado de sus instalaciones dotado con 140 millones de euros.