El joven de 17 años se desplazó hasta la casa en la que tenía lugar el cumpleaños y se abalanzó sobre la madre de la familia para darle dos puñetazos. Poco contento con eso, sacó una pistola que escondía, apuntó a Laura Martínez y a sus hijos, tal y como informa el portal web La República.
En ese preciso instante apareció Zero, el perro de raza Gran Pirineo perteneciente a la familia, se lanzó contra el agresor y mordió su mano impidiéndole disparar a sus víctimas. Sin embargo, el joven no tuvo piedad, por lo que le metió una bala en el pecho y otra en la cabeza.
Otros disparos afectaron a algunos asistentes a la fiesta: Laura Martínez recibió un disparo en la pierna derecha, Tyler en el tobillo y Valori en la espalda. "Si Castañeda hubiera podido tan solo apuntar a donde quería disparar, habríamos resultado seriamente heridos o asesinados", afirmó la mujer.
Castañeda se entregó a la Policía apenas una semana después del tiroteo, por lo que tendrá que comparecer ante la justicia local el próximo mes de abril para enfrentar cargos por asalto agravado con uso de arma letal.