Fue al poco de comenzar la cabalgata de la localidad catalana cuando el caballo se desplomó en el suelo, tal y como indica National.cat. En ese momento, los miembros de la organización, policías y los servicios de emergencias intentaron, sin éxito, socorrer al animal.
Mientras intentaban reanimar al animal, el público asistente para ver a los Reyes Magos fue conociendo la noticia, por lo que algunos gritaban por si en el lugar se encontraba algún veterinario que pudiese ayudar al caballo.
Tras confirmarse la muerte del equino, al principio se desconocía si la cabalgata iba a transcurrir con normalidad, ya que se dudaba si se iba a suspender, si se cambiaba el recorrido o incluso si se suspendía. Finalmente, y con un poco de retraso, la cabalgata transcurrió con normalidad pese al fallecimiento del caballo.