Una niña de nueve años ha muerto en el Hospital de Son Espases (Mallorca) después de no haber podido recuperarse de las heridas que recibió cuando su hermano pequeño la disparó de manera accidental cuando ambos jugaban con una escopeta de perdigones. Desde el pasado mes de julio, la menor permanecía ingresada en la UCI de pediatría del centro en el que finalmente ha perdido la vida.
Según el diario de Mallorca, el accidente se produjo el 28 de julio en el domicilio familiar ubicado en el Camí de Gràcia de Llucmajor. El padre, aficionado al tiro, había dejado el arma cargada en el interior de la vivienda. En lo que pensaba que era un juego, el hermano mejor agarró el arma y disparó contra su hermana a una corta distancia haciéndole una herida en la frente por la que la menor comenzó a sangrar abundantemente.
Tras encontrarse la escena alertado por los gritos de su hija, el padre llamo rápidamente a los servicios de emergencia que procedieron a trasladarla al hospital. Al llegar al domicilio, los servicios de emergencia pudieron constatar la extrema gravedad de las heridas que presentaba la niña.
Después de que la Guardia Civil iniciara una investigación para esclarecer lo ocurrido, el padre de la menor reconoció su culpabilidad y lamenta un despiste que ha tenido fatales consecuencias.