Muere Miguel Ángel, el niño de 10 años que cumplió su sueño cuando Morata le dedicó un gol en el mundial
Miguel Ángel, el niño al que Morata dedicó el gol que metió a España en el mundial, ha fallecido
El pequeño, de 10 años, padecía cáncer
Álvaro Morata se ha despedido del menor en Instagram: "Tu estrella viajará conmigo"
Miguel Ángel, el niño al que Álvaro Morata dedicó el gol que metió a España en el Mundial de Catar 2022, ha fallecido a los 10 años de edad, víctima del cáncer que padecía.
La noticia ha conmocionado a su localidad natal, Alhaurín el Grande, según recoge El Español. El Club Deportivo Alhaurino, del que el pequeño era seguidor, ha compartido en twitter sus condolencias por la pérdida de Miguel Ángel: "Desde el Club Deportivo Alhaurino queremos dar un gran abrazo a la familia en estos devastadores momentos. Descansa, pequeño. Aunque tu estrella se ha apagado en la Tierra, seguirá brillando desde el cielo".
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Desde la cuenta de la Selección Española de Fútbol también han querido lanzar un emotivo mensaje de despedida al pequeño. "Tu alegría y tu amor por la selección siempre serán una inspiración para nosotros y para todos los que amamos el fútbol."
Álvaro Morata también ha compartido un mensaje en su cuenta de Instagram. El futbolista ha asegurado que la muerte de Miguel Ángel ha sido "una de las noticias que nunca hubiese querido recibir". "Tu estrella siempre estará y viajará conmigo allá donde vaya", ha asegurado.
Miguel Ángel cumplió su sueño gracias a la Fundación Pequeño Deseo
Miguel Ángel se llevó una sorpresa cuando la Fundación Pequeño deseo le presentó, sin que él lo esperase, a los jugadores de la selección española Morata, Unai Simón y Pablo Sarabia. "Le dimos una varita, símbolo de la asociación, para que la agitase y pensase un deseo, y ahí aparecieron algunos de sus ídolos", explicaba la directora de comunicación de la fundación, Pilar Jiménez.
Fue en ese encuentro cuando Morata le prometió que si marcaba un gol en el partido se lo dedicaría y así fue. Cuando Morata salió al campo, Miguel Ángel no paró de repetir su nombre animándole desde el sillón de casa. Sus padres pensaron que quizá, con el cansancio, la emoción y su enfermedad, no entendería la magnitud de lo que estaba pasando pero… ¡Vaya si lo entendió! Al darse cuenta de lo que ocurría levantó los brazos, rio de alegría, lloró de emoción y lo compartió todo con su familia", narraba Jiménez.