Un hombre de 63 de edad y buen estado de salud ha muerto tras ser lamido por su mascota, en Bermen, Alemania.
El animal le contagió una rara infección que tenía en la saliva, Capnocytophaga canimorsus, una bacteria que se transmite normalmente por picaduras o mordiscos, pero que también en algunos casos se puede transmitir a través de lametones.
El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, pasó más de dos semanas en el hospital con un largo catálogo de afecciones que incluyen neumonía, gangrena y fiebre de 41 grados. Aunque los primero síntomas que tuvo el fallecido y por los que acudió al hospital fue por indicios parecidos a los de una gripe, fiebre y dificultades para respirar, aseguro el European Journal of Case Reports in Internal Medicine.
Cuando los médicos comenzaron a aplicarle el tratamiento médico concreto, el hombre sufría ya una grave sepsis. En los siguientes días su condición empeoró hasta tal punto que su piel se comenzó a pudrir y a pesar de haberle reanimado de un paro cardiaco, finalmente y 16 días después, falleció.
El caso se ha hecho tan notable que fue difundido por una revista médica por especialistas del hospital Rote Kreuz Krankenhaus, Bermen, Alemania. Lo extraño del caso es que el hombre no tenía el sistema inmunitario debilitado ni tenía ninguna herida abierta.