Un hombre de 38 años ha muerto de frío en la provincia de Bueng Kan, al noroeste de Tailandia. La familia solo tenía tres mantas para protegerse de las bajas temperaturas y Prasarn Homthong se las dio a su hija de ocho años para que pudiera dormir.
La niña a medianoche se acercó con una de las mantas al camastro donde dormía su padre, pero este ya había fallecido, según medios locales.
El padre, que vivía con otros parientes en una casa no habilitada para las bajas temperaturas con las paredes y ventanas sin aislar, y probablmente mal alimentado no pudo soportar los -9 ºC de la noche y falleció de hipotermia, según el certificada de defunción.
La prensa tailandesa, también ha informado de la muerte la misma noche del 7 de diciembre, de un bebé de dos meses a causa del frío en Bueng Kan. No son las únicas muertes por hipotermia en el país, donde el periódico The Bangkok Post ha informado de seis fallecidos en la última semana a causa de las bajas temperaturas en el país.