Laura Hurst, una mujer de 36 años de Washington, en Estados Unidos, fue encontrada muerta el pasado miércoles con una serpiente de 2 metros y medio rodeando su cuello, según el medio local Journal & Courier.
La mujer tenía su casa totalmente preparada para las serpientes, y se encontraron hasta 140 ejemplares, de los cuales 20 pertenecían a la mujer. La autopsia determinó que la pitón que tenía en su cuello le había estrangulado hasta causarle la muerte.
La mujer visitaba la casa unas dos veces por semana para ir a alimentar y vigilar a los animales, según las autoridades de Indiana. La pitón que acabó con la vida de la mujer es una de las serpientes más grandes del mundo, pudiendo llegar a medir más de 6 metros.