El actor Enrique San Francisco ha muerto este lunes, a los 65 años, tras permanecer varias semanas ingresado en el hospital Clínico San Carlos de Madrid a consecuencia de una neumonía bilateral severa. Según adelantó la revista Hola, el actor no ha podido superar la enfermedad y ha fallecido en el hospital. El actor llevaba más de 40 días ingresado en la UCI.
Aunque el intérprete se mostraba optimista y animado, de hecho había manifestado que se encontraba ya cansado y deseando salir de la UCI, su estado de salud empeoró el pasado fin de semana cuando la infección que tenía se extendió al pulmón izquierdo. El humorista sufría una neumonía necrotizante que se complicó con otra cepa bacteriana. Célebre por su participación en 70 películas y 40 obras de teatro, Enrique San Francisco comenzó su carrera con tan solo 2 años, cuando se subió por primera vez a un escenario. A los 6 tuvo con su primer debut en el cine y se consagró en la década de los años setenta con el auge del llamado cine quinqui tras participar en varios éxitos de Eloy de la Iglesia como El Pico o Navajeros. 'El Club de la comedia' disparó su popularidad, con esa gracia innata. Lo cierto es que Enrique San Francisco hacía reír sin casi pretenderlo, con esa voz, sus afirmaciones sin tapujos, nunca políticamente correctos.
Nunca ocultó sus adicciones y sus pasiones. De hecho confesó ante Bertín que tocó fondo, pero gracias a su madre pudo salir del oscuro pozo: “Mi madre me dijo: ‘Hijo, para verte así, si tienes huevos, suicídate, porque a mí me estás matando en vida’, y le pedí que me encerrase”. Descarado y pasota, pocos personajes han caído tan bien dejando tan claro lo que opinaba siempre.
Las drogas motivaron el fin de su relación con Rosario Flores, a la que conoció rodando un videoclip de la cantante y de la que siempre guardó un gran recuerdo, aunque admitía que “todas las mujeres con las que he estado me quieren mucho, pero solo me llaman para insultarme”. Su relación con el hermano de la cantante también se rompió pero esta vez por la adicción de Antonio. “A Antonio Flores y a mí nos separó la droga. Le dije a su madre que lo metiera en una plataforma petrolífera”, contó el actor a Bertín Osborne.
Las alarmas saltaron el pasado 12 de enero, cuando el Aula de Cultura de Getxo (Vizcaya) anunció la suspensión de la representación de la función de 'La penúltima' prevista para el día 23 de ese mes por problemas de salud del actor, que estaba de gira con ese espectáculo de humor. San Francisco arrastraba desde hacía años problemas de salud, agravados en 2002 cuando sufrió un accidente de moto por el que estuvo más de un año sin poder moverse.
San Francisco arrastraba desde hacía años problemas de salud, agravados en 2002 cuando sufrió un accidente de moto por el que estuvo más de un año sin poder moverse. También tenía problemas económicos, reconocidos en el Deluxe que le obligaron a dejar su casa antes de que se la quitaran, porque como él mismo confesaba, esas cosas se ven venir.
Se da la paradoja, como si de una broma final de cómico se tratara, que uno de sus últimos trabajos fuera precisamente representando a la muerte en el anuncio de Campofrío. El mensaje, en forma de hashtag: #DisfruteEnVida dejó huella y el actor su peculiar estilo y humor irónico. El humorista, vestido de parca con su guadaña en mano se extraña aporque nadie le ve por la calle, a pesar de que se presenta en diferentes lugares tan concurridos como un bar, una boda de una pareja de ancianos o en una cancha de baloncesto donde juegan jóvenes. "Claro, preferís vivir como si la muerte no existiera. Es más fácil", decía San Francisco.
Enrique San Francisco siempre ha tenido una relación muy cordial con Telecinco. Lo demostró junto a Bertín. Y también en programas de la casa. En Mediaset lo vimos participar en series de humor tan míticas como ‘Gym Tony’ o ‘Aída’. Su primera vez en Telecinco fue en el año 1995 cuando estrenó la serie ‘Casa para dos’. En el primer capítulo, titulado ‘Una brillante idea’, le pudimos ver interpretando a Galindo, un escritor novel en busca de una oportunidad y que confiaba mucho en su creación literaria.