Los datos de mortalidad por coronavirus en España siguen ofreciendo discrepancias, pero cualquiera de los indicadores que se elijan muestra una tendencia preocupante al alza y unos niveles de fallecimientos diarios sólo comparables a los que se registraron a finales de abril, cuando la población estaba aún confinada y se anunciaba que los niños iban a poder salir por primera vez a la calle, una vez y durante una hora, a un máximos de un kilómetro de casa.
La estadística oficial ha añadido durante esta semana más de 300 muertes cada día al número total de víctimas. De los últimos siete días, el que registra ahora mismo un mayor número de fallecimientos con fecha de defunción (esa estadística se revisa constantemente) es el 6 de noviembre, con 262 muertes. Es la peor jornada desde el 26 de abril, con 269 defunciones. A la hora de establecer la comparación hay que tener en cuenta la inestabilidad de estos datos: los de abril no reflejaban todas las muertes; los actuales son revisados al alza cada día.
A las muertes añadidas en cada nuevo informe y a los fallecimientos con fecha de defunción se suma un tercer indicador que muestra cómo está acelerando la mortalidad en España. El número de muertos semanales, que era de 494 hace un mes, alcanza ahora los 1.295, casi el triple. Y la mayor aceleración se ha producido en los últimos quince días.
Si atendemos a los indicadores epidemiológicos, el número de fallecidos es el último en "mostrar" el avance o retroceso del coronavirus. Los contagios se están empezando a reducir o estabilizar en "13 o 14 comunidades autónomas", según ha indicado el director del CCAES, Fernando Simón. Pero esa reducción tardará en verse, primero, en las hospitalizaciones y, después, en el número diario de fallecidos. Es decir, el aumento de contagios que empezó a registrarse semanas atrás en muchas comunidades, se plasma ahora en las cifras de muertos.
La tendencia al alza en las muertes también se refleja de forma diferenciada por comunidades. Las que registraron un aumento de casos tras el puente del 12 de octubre, en el que todavía había pocas limitaciones a la movilidad en muchos territorios, han visto un aumento progresivo de sus fallecidos cada semana.
A continuación comparamos las cifras de defunciones semanales de hace un mes (15 de octubre) y las de ahora en cada Comunidad Autónoma.
En las regiones en que la incidencia está bajando o se ha "estabilizado", como Castilla La Mancha o Extremadura, puede esperarse que estos datos no sigan empeorando durante muchos más días. Pero, en los que la incidencia de contagios sigue al alza, como en Murcia, Asturias o País Vasco las perspectivas son malas a medio plazo. Todo va a depender de variables como la efectividad de las medidas de contención del virus, la llegada más o menos temprana de la segunda ola a la región o la conciencia social de sus habitantes.
Aunque la comparativa mensual sigue siendo negativa, las últimas semanas ofrecen datos esperanzadores en la evolución de la mortalidad en la Comunidad de Madrid. Allí los contagios empezaron a dispararse antes que en otros territorios, ya en septiembre, y ha sido una de las comunidades que antes se ha visto abocada a establecer medidas restrictivas.
La incidencia de contagios lleva un mes a la baja y eso se nota ahora en la mortalidad, que se ha reducido en los últimos quince días. Los fallecimientos semanales registrados el pasado 29 de octubre fueron 161, siete días después se redujeron a 83 y ahora ese ritmo aparece relativamente estabilizado en 89 defunciones semanales.