Los restos mortales de la golfista asesinada en Estados Unidos ya están en Torrelavega, con su familia
12 días después de que fuese asesinada, los restos mortales de Celia Barquín llegan a su ciudad, al tanatorio de Torrelavega, en Cantabria, y minutos más tarde lo hacen su padre, madre y hermano, cogidos de la mano, dándose calor, destrozados. Antes de entrar primera muestra de apoyo, primera de muchas, porque desde a medio día se instalase aquí el velatorio, el goteo de familiares, amigos y vecinos de la joven ha sido incesante, muestras y más muestras de cariño, “que se le puede decir a unos padres que hayan perdido a una hija, yo creo que no hay ninguna palabra que les pueda consolar”, nos dice una vecina. Permanecerá aquí hasta mañana por la tarde cuando se celebrará el funeral, posteriormente será incinerada en la intimidad, “perder un hijo tiene que ser muy duro y en unas condiciones dramáticas más”. La encontraron en un campo de golf de Iowa, en Estados unidos, donde estudiaba y triunfaba en el mundo del gol. El asesino, Collin Daniel, de su misma edad, con largo historial de criminalidad, está en la cárcel acusado asesinato en primer grado, “lo que le ha pasado ha sido una cosa, imperdonable”.
Cientos de homenajes, en su ciudad, en su hasta ahora universidad y en su campo de golf de toda la vida en España, que en breve llevará su nombre.