Saltarse el desayuno. Muchos se lo saltan pensando que así adelgaza. En realidad, no realizar una comida hace que lleguemos con más hambre a la siguiente y, además, elijamos aquellos alimentos con un mayor contenido de calorías.
Una dieta libre de gluten. Eliminar el gluten sin recomendación médica puede tener graves consecuencias, pues no aporta nada positivo para la salud. Además, podría promover la diabetes y causar carencias alimentarias.
Sustituir la leche de vaca por la de almendras. Aunque para los alérgicos a la lactosa es una medida recomendable, lo cierto es que para el resto podría provocar una carencia de calcio y vitaminas.
No consumir carne roja. Este tipo de carne es alta en proteínas de alto valor biológico y una de las mejores fuentes de hierro. Bien es cierto que se debe consumir con moderación.
Mejor cenar fruta. En un plan de adelgazamiento, sustituir la cena por fruta es una mala idea. La fruta contiene fructosa que se almacena y ayuda a aumentar los triglicéridos.
Por todo ello, lo mejor es seguir una dieta equilibrada y consultar siempre con un especialista si se quiere hacer alguna modificación, tal y como informa 'Noticias 24'.