A Miriam Vallejo, Mimi, como la llamaban sus amigos la mataron a cuchilladas el pasado enero cuando paseaba a sus perros y los de su compañera de piso por una camino rural entre Madrid y Guadalajara. Su móvil se ha vuelto clave para los investigadores, que rastrean sus contactos, conversaciones y chats. Era muy activa en redes.
La Guardia Civil no descarta que el móvil fueran los celos de alguien conocido. Las heridas que tenía y el hecho de que ella intentara defenderse -en este sentido hay que tener en cuenta que Mimi era deportista y practicaba ‘crossfit- apunta a un hombre como autor del crimen, según publica el diario ABC.
No obstante, los investigadores también barajan la posibilidad de que el autor fuera un desconocido que quisiera agredirla sexualmente –la autopsia reveló que no fue violada- y que al verse sorprendido por los perros la matara y huyera.
Inicialmente los investigadores señalaron la posibilidad de que la matara una mujer. Aunque esta hipótesis no se descarta, sí que pierde fuerza.
Mientras rastrean todos los detalles del móvil de Mimi, los investigadores también cotejan los restos de ADN que había en un brik junto al cuerpo con los de su base de datos.