Mirar directamente a una intensa luz roja podría revertir la falta de visión que con el paso de los años va afectando a nuestros ojos. Se trata de las conclusiones preliminares de un estudio científico desarrollado por un grupo de investigadores de Estados Unidos y publicado por The Journals of Gerontology, según informa CNN.
Según los responsables de este trabajo de investigación, la base de esta mejoría estaría relacionada con los beneficios que los haces de luz roja provocan en las mitocondrias, que son como baterías en nuestras células.
La prueba piloto se realizó entre un grupo reducido de personas de las cuales 12 eran hombres y 12 mujeres con edades comprendidas entre los 28 y 72 años.
Durante dos semanas siguieron las indicaciones de los investigadores que les pidieron mirar el foco de luz roja que emanaba de una linterna especial.
La señal lumínica estaba justo en el espectro límite con la capacidad humana de visión, muy cerca de la onda infrarroja y con una longitud de onda de 670 nanómetros, similar a la que emite un láser rojo de rubí.
En sus primeras conclusiones, los expertos detectaron una mejora del 14 % en la capacidad de ver los colores, o la sensibilidad al contraste del color del cono, para las dos docenas de participantes. Pero lo más importante es que esta mejoría fue más alta entre los participantes mayores de 40 años con un aumento de la sensibilidad en un 20 %. Este grupo de personas de más edad también vieron mejorar su capacidad de ver con poca luz.
No es la primera vez que se comprueban este tipo de relaciones. Ya en 2015, un trabajo con moscas de la fruta demostró que este tipo de luz estimulaba la producción de energía, mejoraba la movilidad y aumentaba la longevidad de estos insectos voladores.
Posteriormente, un estudio de 2017 de luz roja visible en el límite infrarrojo informó una mejora del 25 % en el funcionamiento de las retinas en ratones.
Los responsables del estudio recuerdan que aún hay fases importantes por realizar para que las conclusiones del estudio puedan ser consideradas definitivas. Creen también los resultados encontrados en este pequeño estudio de 24 participantes podrían no ser válidos en la población más grande.