La detención este viernes de un joven madrileño de 26 años acusado de haber asesinado, descuartizado y comido a su madre ha traído al primer plano de la actualidad a esta droga de diseño. Fuentes cercanas al detenido lo han relacionado con el consumo de esta sustancia que podría mezclar con alcohol y marihuana.
El círculo más cercano a Alberto Sánchez reconoce que hay un antes y un después de su viaje de Erasmus por Grecia. Todos dicen que era un chaval de su tiempo pero que con el coqueteo con las drogas en el país heleno volvió completamente trastocado y señalan al consumo de MDPV como responsable de su cambio.
A pesar de estas informaciones, los especialista consideran que no se puede hablar de efectos antropofágicos. Elena Escubedo es investigadora y profesora del departamento de Farmacología, Toxicología y Química Terapeútica de la Universidad de Barcelona asegura que su vinculación con el episodio de Miami es lo que le ha dado este carácter pero que "en realidad no produce efectos caníbales".
El historial de ingresos en centros psiquiátricos ha sido también evaluado por los investigadores como otro de los elementos que le habrían empujado a comportarse de la forma que lo hecho. Una actitud que podría haberse modificado tras su ingesta de este tipo de drogas. La profesora Escubedo señala que esta combinación de sustancia estupefaciente y psicopatolías, "se retroalimentan", algo que se conoce como "patología dual".
Se trataría de "la coexistencia, en un mismo paciente, de una dependencia a una o más sustancias junto con otro trastorno psiquiátrico", algo cuya "prevalencia es elevada".
Según esta especialista "pueden ser adicciones a sustancias legales como el tabaco o el alcohol, a sustancias ilegales como las drogas, e incluso a ciertos comportamientos como la adicción al sexo". "Los trastornos mentales más prevalentes entre las personas con abusos de sustancias ---añade---, son los trastornos de ansiedad, los afectivos (depresión, bipolar), la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos".
Pero España no es ajena a la presencia de esta compuesto altamente adictivo. En la isla de Ibiza es una vieja conocida desde que a partir de 2014 empezó a causar estragos en fiestas, alertando a los agentes de la Guardia Civil y a los servicios sanitarios locales que destacaron los comportamientos violentos y altamente agresivos de quienes eran atendidos bajo sus efectos
La indetectabilidad de esta sustancia a través de análisis convencionales llevó a centros hospitalarios de las islas a dotarse de métodos y técnicas que les permitiesen detectar su presencia.
Un año después, en 2015, una operación en Málaga de la Policía Nacional permitió la incautación del mayor alijo de esta droga en Europa. Se trataba de un kilo y medio de MDPV procedente de Finlandia y que se saldó con la detención de más de una decena de personas.
Alejado de las zonas masificadas de la costa, la ‘droga caníbal’ también ha sido protagonistas en diversos episodios ocurridos en Madrid, Lugo y Sevilla. En la provincia gallega, los servicios sanitarios tuvieron que inducir el coma a un menor que intentó agredir y morder a los facultativos que le atendieron así como a quienes le acompañaban. Una vez recuperado fue interrogado por los agentes para averiguar si había consumido esta sustancia y a quién se la había comprado.
Por esas mismas fechas, dos varones de 34 años y una mujer, de 35 resultaron heridas en Madrid como consecuencia de una pelea. En el momento de la detención, los agentes describen el comportamiento de estas personas como “muy agresivo” y lo vincularon al consumo de ‘droga caníbal’.
La presencia de esta droga también fue detectada en 2016 en la provincia de Sevilla. Una operación de la Policía Nacional culminó con la detención de tres personas y la desarticulación de una una organización de distribución y venta de droga sintética, concretamente la conocida como droga caníbal, en gimnasios del municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra, en una operación en la que se han incautado de más de 500 dosis de sustancias estupefacientes.
La mayor parte de todos estos episodios comparte la característica de comportamientos violentos por parte de los sujetos que consumieron esta sustancia. Elena Escubedo reconoce que se trata de una droga "que, al igual que la mayoría de los psicoestimulantes derivados de las anfetaminas, genera un aumento de agresividad" aunque sea "mal llamada droga caníbal".
Como asegura, "esta sustancia actúa de forma muy parecida a la cocaína, aunque a dosis 10 veces más bajas. Es decir, es 10 veces más potente que la cocaína, y más selectiva por la dopamina que la propia cocaína. Actúa bloqueando el transportador neuronal de dopamina".
Aunque aún no hay datos de su capacidad adictiva en humanos cabe preguntarse por cómo puede cambiar el comportamiento, trastornar la personalidad o provocar cambios neurológicos en quienes consumen esta droga. Según esta especialista, "lo hace al igual que la cocaína" aunque los cambios en "la personalidad dependen de cada individuo", en cualquier caso "disminuye el control voluntario de los impulsos, con lo que nuestro comportamiento se hace menos 'educado' o 'inhibido'”.
Otro peligro de este consumo es que "cambian ciertas pautas de expresión génica, con lo que se producen alteraciones neuronales que pueden permanecer así largo tiempo después incluso de haber dejado el consumo de la droga".
Testigos del entorno de Alfonso Sánchez también han señalado que era un consumidor habitual de alcohol y otras sustancias. Para Escubedo, "no hay datos ni estudios a este respecto. Lo que sí sabemos es que los consumidores de este tipo de drogas no suelen consumir sólo esta sustancia, sino que habitualmente son policonsumidores. La droga más frecuentemente asociada es el alcohol. Hemos hecho algún estudio a este respecto, pero no se aprecian efectos demasiado distintos entre la MDPV sola y la MDPV más alcohol. Sin embargo, sí parece que la MDPV altere el metabolismo del alcohol, haciendo que sus efectos sean más intensos".
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