Lo que iba a ser un fin de semana en Santiago de Compostela se convirtió en una auténtica pesadilla para una familia del País Vasco. Su hijo, de dos años, se pinchó en la mano con una jeringuilla infectada con el virus de la hepatitis C mientras jugaba al balón en un parque.
El padre, con el niño en brazos y la jeringuilla aún en la mano, corrió al hospital para que atendieran al pequeño y analizar la sangre. Los resultados confirmaron que la jeringuilla estaba infectada con el virus de la Hepatitis c.
Aún se desconocen los resultados del análisis de la sangre del menor, pero la infección es difícil. “La sangre tiene que estar fresca para que se contagie”, ha explicado un médico. Inicialmente las pruebas han dado negativo, pero hasta dentro de seis meses no se podrá descartar un contagio.
Los vecinos de la zona, no pueden más. Aseguran que hay una casa en la que se vende droga” y nadie hace nada. Denuncian desde hace tiempo la presencia de jeringuillas en el parque. Esta familia es del País Vasco y estaban pasando el fin de semana en Santiago. Probablemente no sabían del riesgo de esta zona.