Del colegio a la sexta planta de un sanatorio en ruinas de Boecillo (Valladolid)

  • Los vecinos de Boecillo alertan de los riesgos de explorar lugares en ruinas y abandonados como ese

  • Los menores buscan fotografiarse y grabarse en este tipo de sitios, que pueden ser peligrosos por su estado

  • Para algunos estos puntos son sitio de culto para la exploración, para otros un lugar donde esconderse

Imaginen once chavales subidos al tejado de un edificio en ruinas, muchos de ellos menores de edad, con mochilas. Es su excursión tras salir de clase. Si les estremece solo imaginarlo, verlo en el vídeo lo hará más cuando centren su mirada el edificio de cerca. No tiene ventanas, ni barandas, ni paredes, prácticamente sin suelo y del tejado poco queda. “Yo paseo mucho por allí, les amenazo con que les voy a echar una foto, se ríen de mi” nos dice una vecina de Boecillo (Valladolid), la localidad en cuyo término municipal se encuentra el edificio.

Se ríen porque precisamente buscan eso, fotografiarse y grabarse en este tipo de sitios. Se les llama Urbex y consiste en explorar lugares abandonados, zonas industriales, edificios en construcción o sitios que tienen un acceso restringido al público en general. Solo tienen una regla, no robar, no romper nada, no forzar la entrada, solo en emplazamientos abiertos y misteriosos.

Un peligro porque se puede venir abajo en cualquier momento

Es el caso del Hospital de tuberculosos de Boecillo, clausurado en el año 1963. Aquí la moda ya preocupa, porque de ser un sitio de culto para exploradores, ha pasado a serlo para fiesteros. “Es un sitio donde pocas veces va la policía y se pueden esconder los chicos”, nos dice otra vecina. Para Aglaé de La Torre, concejala del Ayuntamiento de Viana de Cega, la localidad más próxima al sanatorio, “este edificio, tanto ponerlo en marcha como derribarlo tiene un coste inasumible para un ayuntamiento pequeño”. Un peligro porque se puede venir abajo en cualquier momento.