Crónica negra: Otros menores cuyos homicidios no se olvidan
Informativos Telecinco
11/01/201913:00 h.El nombre de José Rabadán puede no resultar familiar. Pero si decimos que se trata del ‘asesino de la catana’ empieza a ser sonar. Este chico de Murcia, con solo 16 años, mató con una catana y un machete a sus padres y a su hermana de nueve años con síndrome de down. La policía encontró en su casa mucha sangre en la espada de samurái, en el suelo y las paredes y en las sábanas. En los cuerpos había casi 100 heridas de arma blanca.
El ‘asesino de la catana’ fue condenado solo a seis años de rehabilitación en un centro de menores y a cuatro de libertad vigilada. Hoy vive en Cantabria y es padre de familia.
Las brujas de San Fernando
‘Las brujas de San Fernando’ mataron solo un mes después del asesino de la catana. Iris Suárez, 16 años, y Raquel Carlet, 17 años, eran admiradoras de José Rabadán. Juntas planearon matar a otra amiga, Clara García, a la que golpearon y degollaron en su pueblo gaditano. Nunca mostraron arrepentimiento y dijeron a la policía que lo hicieron por el placer de matar. Juzgadas con la Ley del Menor, fueron condenadas a ocho años de internamiento de los que solo cumplieron cinco en centros de menores. Hoy están reinsertadas en la sociedad. Una es psicopedagoga y otra celadora.
El Cuco y el misterio del cuerpo de Marta del Castillo
‘El Cuco’ es uno de los implicados en el caso Marta del Castillo. En el momento de los hechos era menor de edad, solo tenía 15 años, y por eso se le juzgó aparte. Fue absuelto de violación y asesinato pero condenado por los delitos de encubrimiento y desaparición del cadáver de Marta del Castillo a dos años y 11 meses en un centro de reclusión de menores. El juez señaló que tenía la “plena convicción” de que el joven sabía dónde está el cuerpo de Marta. Hoy lleva una vida normal, donde intenta ser discreto y pasar desapercibido en Francia. Ha llegado a trabajar como modelo.
El Rafita y el caso Sandra Palo
‘El Rafita’ fue uno de los condenados por secuestrar, violar, atropellar repetidas veces y quemar con gasolina a la joven madrileña Sandra Palo, que tenía 22 años, en el año 2003. ‘El Rafita’ tenía 14 años y era el pequeño del grupo de delincuentes, en el que había otros dos menores, dos hermanos, llamados ‘Los Ramones'. Los tres fueron juzgados con la Ley del Menor. ‘Ramón’ y ‘Ramoncín’ fueron condenados a ocho años de internamiento y cinco de libertad vigilada y ‘El Rafita’ a cuatro años de internamiento y tres de libertad vigilada. 'El Rafita' desde que salió en libertad no ha dejado de salir en los medios porque nunca ha dejado de delinquir.