La Policía detenía este jueves a un menor de 15 años en Las Rozas, Madrid, por matar a la pareja de su abuelo, una mujer de 42 años. Los tres, junto con el hermano menor del detenido, de 13 años, vivían en el mismo domicilio. Fue este quien encontró el cuerpo sin vida de la mujer, en la bañera.
El detenido manipuló la escena para que pareciese un suicidio, pero pronto los investigadores apuntaron hacia él como principal sospechoso de la muerte. Tras el crimen, el menor huyó. Según ha informado 'El programa de Ana Rosa', el joven habría ahogado a la mujer con el cable de una plancha mientras estaba en la bañera. Además, Sonia, que así se llamaba era una amiga de su abuelo, y no su pareja.
Los agentes pudieron detenerle rápidamente, en solo dos horas, gracias a la descripción del menor que hizo el abuelo, de 64 años, y a la foto que enseñó a los investigadores, pero sobre todo, jugó un papel esencial la presencia de cámaras de vigilancia en la calle.
Un total de 61 cámaras de inteligencia artificial, que se encuentran por todo el municipio madrileño y que son las que han permitido hacer un cribado de todos los transeúntes grabados, para trazar así el recorrido que hizo el joven de 15 años, desde que salió de casa.
Tras su detención, el menor pasará a disposición judicial y será el fiscal quien ordene su internamiento en un centro de menores. El hermano del acusado, de 15 años, es el que se encontró el cuerpo en la bañera y avisó a su abuelo, y todo hace indicar que la mujer llevaba varias horas muerta porque todo estaba preparado para que pareciese un suicidio.
Los investigadores trabajan en dos líneas, una posible de celos a la amiga del abuelo, un brote psicotico y la otra sería un posible intento de agresión sexual. El acusado ya ha pasado a disposición de la Fiscalia de Menores y si se demuestra que finalmente es culpable, pasará dos años en un centro de menores.
Sonia habría tenido una relación con el abuelo hace varios años, pero ahora estaría junto a una mujer llamada Sandra, que acudió muy afectada hasta el domicilio en Las Rozas. El abuelo del presunto asesino habría acogido a Sonia en su casa porque se quedó sin trabajo y no tenía dónde ir.