Falsos enamorados para llegar a Melilla
Una pareja paseando de la mano por una calle de Melilla. Parece que llevan toda una vida juntos, sin embargo, ni se conocen ni viven en la ciudad. Son inmigrantes ilegales y acaban de llegar al puerto en una lancha. Han estado escondidos entre las rocas, esperando a que unos vigilantes les avisaran para poder salir e infiltrarse en la ciudad. Es la nueva técnica para el tráfico de seres humanos. Fingir normalidad para no llamar la atención de los agentes. Algunos llegaban escondidos en un vehículo. Para no levantar sospechas en la frontera lo conducía un hombre con una mujer y una niña. Una aparente familia que los llevaba hasta un garaje donde liberaba a los subsaharianos. La estrategia costaba hasta cuatro mil euros por persona. Así es como la organización logró embolsarse más de trescientos mil. La Guardia Civil los ha detenido a todos. Ocho miembros, algunos españoles, no tan discretos como para pasar desapercibidos.