La bronquiolitis, la enfermedad causante de un tercio de las visitas a urgencias en estas fechas, afecta a los bronquiolos, produce una disminución en la entrada del aire y el niño entra en una fase de insuficiencia respiratoria. Entre los más afectados por este virus se encuentran los infantes con problemas respiratorios por debajo de los dos años o lactantes que no superen los seis meses.
Se puede percibir una bronquiolitis temprana al observar una tos persistente, dificultad al respirar, pitos, pérdida del apetito, y un aumento de la frecuencia respiratoria. A los pacientes infantiles que padecen bronquiolitis hay que administrarles líquidos y alimentos en pequeñas cantidades porque uno de los rasgos principales de esta enfermedad es que se pierde el apetito y los pequeños pueden tener vómitos y atragantamientos.
Colapso de ingresos
El hospital de Alicante ha registrado en la última semana 30 niños, 20 en el Hospital General, y otros 10 en el de Sant Joan. En el Hospital General de Elche hay siete menores ingresados por bronquiolitis por «virus respiratorio sincitial». El colapso es tal que el propio servicio de Urgencias no cesa en atender a una media de 60 niños con este mismo problema, una media que dobla la cifra esperada. Los hospitales de Orihuela y Torrevieja también han atendido a pacientes con esta sintomatología.
Según el pediatra Antonio Redondo es aconsejable "lavarse cuidadosamente las manos" y también "evitar aglomeraciones y ambientes con humo de tabaco", tal y como apunta el Jefe de Pediatría del Hospital Vithas Nisa Valencia y Castellón, Javier Miranda. para reducir al máximo posible esta infección que ataca considerablemente a la población infantil. También recomiendan inclinar al niño para dormir, ya que "es útil levantar un poco la parte superior del colchón de la cuna poniendo algo debajo, así la mucosidad le bajará un poco y no se le acumulará tanto en la nariz durante el sueño".
En cuanto a los antibióticos, es preferible no administrar ninguno sin recomendación médica previa. Es un virus y, por tanto, el equipo médico debe valorar cuál es el tratamiento adecuado para afrontarlo.
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