El botellón es un problema habitual en muchos pisos turísticos. Fiesta, alcohol y ruido que molesta a los vecinos y que es el detonante muchas veces de graves enfrentamientos. Para buscar una solución que contente a ambas partes, en Barcelona ha surgido la figura del mediador.
Pilar llevaba años conviviendo con ruido “el de arriba es piso turístico”, pero su paciencia llegó al límite “sillas, fiestas, voces de madrugada”. Así que los mediadores entrados en acción y .. “fin del conflicto”. Llegaron a un acuerdo: "Insonorización en el piso turístico; instalación de moquetas; 'tapitas' en los muebles para que no se muevan... Buscamos un poco la empatía", soluciones sencillas que explicaba una de las mediadoras que ayuda a que los vecinos desean su propio descanso.
La misión de estos mediadores es evitar conflictos entre comunidades de vecinos y turistas acercando posturas entre vecinos y propietarios. Al año hay cerca de 2000 quejas y ellos ya han puesto solución a centenares “se han resuelto 238” sin la actuación policial. El objetivo conseguir un turismo de calidad para que los vecinos puedan descansar en sus propios hogares.