Somos mejores de lo que creemos: un estudio demuestra que el 90% de la gente actúa ante agresiones a otros

  • En el 91% de las situaciones, las personas que observaban el incidente intervinieron de varias maneras

  • Es más probable que una víctima reciba ayuda cuando haya presente un número mayor de personas

Los transeúntes intervienen en nueve de cada diez peleas públicas para ayudar a las víctimas de agresión o que estén sufriendo violencia, según los autores del estudio más grande jamás realizado basado en conflictos reales grabados por cámaras de seguridad. Este hallazgo desmiente la impresión generalizada de que las víctimas suelen ser ignoradas por los espectadores de una pelea o una agresión.

Por el contrario, el equipo de investigación internacional de científicos sociales descubrió que al menos un espectador, pero generalmente varios, hicieron algo para ayudar. Y con un número cada vez mayor de espectadores, existe una mayor probabilidad de que al menos alguien intervenga para ayudar.

Los investigadores, de la Universidad de Copenhague, el Instituto Holandés para el Estudio del Delito y la Ley y la Universidad de Lancaster, examinaron grabaciones de video únicas de 219 discusiones y agresiones en Ámsterdam (Países Bajos), Lancaster (Reino Unido) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica).

El autor principal, el doctor Richard Philpot, de la Universidad de Lancaster y la Universidad de Copenhague, explica que, "de acuerdo con la creencia popular, la no participación es la respuesta predeterminada de los espectadores durante emergencias públicas". "Desafiando este punto de vista, el actual estudio internacional de datos de vídeo muestra que la intervención es la norma en los conflictos agresivos reales", dice.

Philpot reconoce que "el hecho de que los espectadores sean mucho más activos de lo que creemos es una historia positiva y tranquilizadora para las posibles víctimas de la violencia y para el público en general. Necesitamos desarrollar esfuerzos de prevención de delitos que se basen en la voluntad de transeúntes para intervenir".

Cámaras de seguridad en los entornos urbanos de Lancaster, Ámsterdam y Ciudad del Cabo capturaron imágenes de agresiones en peleas públicas. En el 91% de las situaciones, las personas que observaban el incidente intervinieron de varias maneras. O bien gesticulando físicamente para que un agresor se calme; bloqueando o alejando al agresor o consolando a la víctima. La investigación mostró además que era más probable que una víctima recibiera ayuda cuando estaba presente un número mayor de personas presentes.

En este sentido, el doctor Philpot destaca que "la pregunta más importante para la posible víctima de un asalto público es '¿Recibiré ayuda si la necesito?". "Si bien tener más personas a su alrededor puede reducir la probabilidad de que un individuo ayude (es decir, el efecto espectador), también proporciona un grupo más grande del cual se pueden conseguir personas que ayuden", añade.

El estudio también encontró que no hay diferencia en las tasas de intervención entre las tres ciudades, a pesar de que el centro de Ciudad del Cabo en general se percibe como menos seguro. Los investigadores sugieren que no es el nivel de peligro percibido lo que establece la tasa general de ayuda, sino que es una señal de que la situación es conflictiva y requiere intervención.

La tasa de ayuda constante encontrada en diferentes contextos nacionales y urbanos respalda la investigación, lo que sugiere que "la resolución de conflictos por parte de terceros es universal, con una base evolutiva plausible", concluye el investigador.